Movimiento: (Según una de las acepciones del Diccionario de la Real Academia Española)
Primera manifestación de un afecto, pasión o sentimiento, como los celos, la risa, la ira, etc.
La propuesta es no obturar con la palabra lo que en verdad queremos decir.
"Si nos es lícito confiar en el testimonio del lenguaje, fue el aire en movimiento lo que proporcionó el modelo de la espiritualidad, pues el espíritu toma prestado su nombre del soplo del viento (animus, spiritus; en hebreo: ruach, soplo). Ello implicaba el descubrimiento del alma como el principio espiritual en el individuo. La observación reenontró el aire en movimiento en la respiración del hombre, que cesaba con la muerte; todavía hoy el moribundo ‘espira su alma'. Así pues, se inauguraba para el ser humano el reino de los espíritus..." (Sigmund Freud, Moisés y la religión mono-teísta)
En el hombre, durante la inhalación, la acción muscular baja el diafragma y levanta las costillas ensanchando el pecho. Entonces, la presión atmosférica empuja el aire dentro de la cavidad del pecho ensanchada. Durante la exhalación los músculos descansan, el pecho se estrecha y el aire es expelido. Esta acción rítmica combinada se realiza alrededor de dieciséis veces por minuto cuando el sujeto descansa. La frecuencia es controlada principalmente por el centro respiratorio bulbar, que responde a los cambios en el nivel iónico de hidrógeno y anhidrido carbónico en la sangre, así como por otros factores: cambios de temperatura, actividades motoras, alteraciones neurovegetativas.
En la filosofía griega, el aire fue considerado el principio de la vida (Anaxímenes, en Ferrater Mora). El aire o pneuma ha significado desde el elemento constitutivo esen-cial de cada cosa hasta la representación del "soplo divino", del Es-píritu Santo, creador y ordenador del mundo (Ferrater Mora, 1954).
En una fábula griega se narran los amores de Psique con Eros. Según Perez Rioja (1962), "Psiquis es la personificación del alma humana como el objeto amado por Eros...". Es además el símbolo de la espiritualidad. Se la suele representar como una joven bella con alas de mariposa. Recordemos que Psique significa "alma" y también "aire", "soplo", "aliento", "ser vivo", "vida" y "espíritu".
Un mito polinesio, referido al origen del mundo, presenta a un ser impersonal llamado Io, que creó la sustancia cósmica con un soplo. Io es considerado el alma del mundo, y por lo tanto, sujeto y objeto de la creación (Grimal, 1963).
También en la mitología brahamánica se vincula el aire con el espíritu y la creación. Para los hindúes la propiedad vitalizadora de la respiración se extiende a la creación universal. En los rituales religiosos, la repetición de la voz sánscrita Om remeda el acto por el cual Brahma creó al mundo: es una larga espiración con la cual se hace participar al ser íntimo en el conjunto de las fuerzas del universo (Elíade, 1955, 1964).
Wyss (1947) afirma que el aire que se respira, el pneuma o hálito de vida, fue utilizado como símbolo del espíritu, que es el principio de renovación constante de nuestra vida interior y con el cual estamos en relación recíproca. Agrega que la palabra, que constituye el representante fundamental de la vida espiritual, necesita de los órganos respiratorios para ser pronunciada; llega a la conclusión de que los órganos de la respiración no sólo son medios para renovar nuestras energías vitales, sino también para espiritualizar la vida.
Desde una perspectiva simbólica, el espíritu que nos mancomuna anímicamente quedaría representado por el aire, que es un elemento compartido por todos. La relación con el aire sería el símbolo privilegiado de la convivencia. Un intercambio social adecuado, que implique la vivencia de una buena relación con los otros puede estar simbolizado por la acción eficaz de una respiración armónica, rítmico interjuego entre el inspirar y el espirar (Obstfeld y colab., 1975,1983a y 1983b).
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