Mucho se ha hablado acerca de los Maestros, a quienes también se les ha llamado “ángeles”, “guías espirituales” o “hermanos mayores”, pero quizá sea necesario destacar algunos detalles más sobre su vida, sus características y su misión en esta Tierra.
Los Maestros son seres llenos de luz, de sentimientos maravillosos, de nuevas perspectivas, de cariño, de amistad, de entrega y de otras tantas cosas bellas. Son seres evolucionados que han alcanzado la perfección.
Pero lo más importante, es que dedican su vida espiritual, física y mental a todos nosotros, sus grandes y bellos hijos, como Ellos nos consideran.
Estos seres plenos de amor no son de viento ni tampoco son solamente espíritu. Son seres físicos que vibran y sienten como cualquiera de nosotros. Están vivos y tienen órganos como nosotros. La diferencia es que Ellos desconocen los egos, ya que están llenos sólo de sentimientos positivos.
En cuanto a su aspecto externo puedo decir que debido a que cuentan con altos grados de evolución tienen la posibilidad de cambiar su apariencia. Esto dependerá de las circunstancias energéticas por las que tengan que pasar.
Aunque por lo general las modificaciones se dan hacia un físico más joven o a uno mayor, de acuerdo a los estados espirituales, de sabiduría espiritual o intelectual que tengan.
Pero debo aclarar que los Maestros no se transforman en ningún animal o vegetal, ya que por las leyes divinas y cósmicas que nos rigen a todos los hijos de Dios esto no es posible que ocurra.
Todo con una mirada
De su exterior lo que más sobresale son sus ojos, su mirada de paz, ternura infinita y un amor eterno por todo lo que lo rodea. Es algo muy difícil de explicar, pero tan fácil y sencillo de sentir. Ellos son en verdad un reflejo de Dios.
Además, gracias a que Ellos siempre se encuentran cerca para guiarnos, gracias a su amor y a su fe, algún día, no muy lejano, podremos unirnos en amor y dejar a nuestro corazón que los sienta.
Debemos tratar de percibirlos, no de creerlos; simplemente tenemos que dejar a nuestro corazón que los sienta, pues Ellos siempre están junto a nosotros, dispuestos a ayudarnos y a guiarnos.
Estos Hermanos Mayores, esos seres de los cuales negamos su existencia, viven sólo para ayudarnos, y no por obligación, sino por amor, algo que nosotros hemos olvidado. Ellos entregan su vida completa para ayudar y guiar a aquellos que como nosotros estamos en vías de escuchar a nuestro corazón algún día.
Flora Rocha
Fundación Sabiduría del Corazón
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar, aparte de alimentar Luz del Alma nos ayuda a sequir creciendo.