No es indispensable hablar, ni hacer algo especial.
Lo importante es comunicar al otro que uno está
unido con la alegría, o la tristeza;
que está viviendo el ser querido.
silencioso, latente o manifiesto de compañía o de soledad.
Acompañar es intuir la carencia del otro:
es cuidar, proteger, sin molestar o dañar.
Es tarea de amigos, de amantes, de seres que se
sostienen en la hermandad de los afectos.
Es un servicio de lealtad
Es un punto de contacto, más cerca de los
sentimientos invisibles que de la mera proximidad
física, ostensible.
Se puede estar "cerca" de alguien.
También es posible estar unidos por la distancia,
pero próximos en el corazón.
A veces los sentimientos se filtran por las fronteras
inventadas por los mismos protagonistas.
Acompañar no es pared sino puente, unión de almas.
Existen paredes de vidrio, no visibles, que impiden
la unidad de los sentimientos, que asfixian el
surgimiento generoso y espontáneo de la compasión.
Hay proximidades que agobian y aíslan mucho
más que la soledad misma.
"Y qué le digo"?, preguntó alguien,
temeroso de sus propias emociones ante el dolor
de un conocido...
"No digas nada, absolutamente nada", respondió
la sensibilidad.
Lo que importa es estar ahí en el momento justo.
Tal vez no exista nada mejor que la elocuencia
del silencio.
En determinadas circunstancias, las palabras
sólo consiguen incomunicar.
Como se recuerda el sabor del vino
aún después que su olor se haya desvanecido,
y que su copa haya desaparecido.
"Cállate por favor... quiero estar contigo", suplicó el poeta necesitado de compañía...
Gracias Mi!
ResponderBorrarEs muy hermoso, sencillo, lleno de amor.
Qué bueno es haber conocido hoy,esta publicación, En abril del 2009 no estaba lista para comprender este mensaje. Muchas veces te lo hice saber. No me daba cuenta que estaba acompañada o que acompañaba...
Lo siento,te amo,perdóname,gracias
Un abrazo enorme, Su
Gracias Su. Nada sucede de casualidad. Y todo pasa en su momento justo, ni un minuto antes ni uno después.
ResponderBorrarAbrazote de luz, Mirta