Silvia Freire estaba leyendo el libro de Maurice Nicoll, "Comentarios psicológicos sobre las enseñanzas de Gurdjieff y Ouspensky", y leyó esta frase: "Hablemos ahora de los esfuerzos sobre la depresión. La depresión no es la misma cosa que ser negativo. Hay una cosa interesante sobre la depresión..."
Como una alumna de Silvia que está pasando una situación personal difícil se dió vuelta instantáneamente a mirarla, Silvia le preguntó: - Por qué me miraste?
Alumna: -Es que me pareció que me lo estabas diciendo a mí.- contestó esta mujer
Silvia continuó: -Mirá, la mente se cree todo lo que uno le dice. Si vos insistís en pasar un parte a todos los yoes diciéndoles que estás deprimida, y yo hablo de depresión y te das vuelta como si yo hubiera dicho tu nombre, entonces estás regando ese aspecto, que puede ser tan real como quieras.
Por supuesto, estás pasando una situación personal de duelo, así que es posible que haya ahí adentro un "yo" que siente una incipiente depresión; pero si vos regás ese sentimiento, empiezan a asociarse otros yoes que se le pegan, y esa sensación se multiplica, se ramifica, hasta que toda vos estarás sumergida en la depresión. Tiene que ver con tu situación personal? No. Tiene que ver con la mala decisión de pasar una información a tu mente, que todos tus yoes creen, y de tu cuerpo reaccionando en consecuencia, y liberando las sustancias acordes con esa información. El cuerpo responde a la información que recibe. ¿Deprimida dijiste? Ok, me bajan por favor todas las sustancias que tienen que ver con la depresión?
Nombramos infinidad de veces que a los enfermos que están en coma, les sujetan las comisuras de los labios con cinta adhesiva, para imitar una sonrisa, porque eso hace que liberen sustancias acordes con esa sonrisa impostada, y hace que la curación sea más rápida. El cerebro reconoce la sonrisa, y cree que todo está bien ahí afuera, y actúan en consecuencia.
Pero si cuando vos escuchás "depresión" te das vuelta como si te hubiera llamado con tu nombre y apellido, vas por mal camino. Vas a la depresión.
-Cancelo!-dijo esta alumna
-Cancelo, si, como no, pero primero reconocé que este camino te está llevando a la depresión. Si estás en la ruta dos, avanzando hacia el sur, así que estás yendo hacia Mar del Plata. Además de decir cancelo, doblá; porque si seguís con ese rumbo, llegarás a Mar del Plata.
Además, una cosa es decir "cancelo" y pensar que con esa palabra estas cancelando un pensamiento que acaba de dispararse al universo. Si uno está visualizando que lo que está haciendo es "agarrar" ese pensamiento para que no se materialice, o para que llegue al mismo tiempo el pensamiento que no queremos que se materialice y su cancelación, cuestión de que el genio de la lámpara reciba al mismo tiempo el pedido y su anulación, está perfecto.
Otra cosa es decir "Cancelo"! llena de temor, con una vibración de temor como si estuvieras intuyendo que eso se te está viniendo encima y al mismo tiempo lo cancelás. El temor sirve de vehículo a tu pedido.
Además, estar atenta a la depresión para que no caer en ella, hace que la mires todo el tiempo, que le prestes toda tu atención... así que estás regando ese aspecto al mirarlo todo el tiempo, aunque sea para evitarlo. Al luchar contra la depresión... la estás regando!
Así que lo que hace falta es que dobles. Doblá. Desviate de ese camino... sonriendo. Impostá la sonrisa, hace un taller de la risa, mira peliculas comicas, enfocate en eso. Doblá."
De Silvia Freire
Gracias Gildy por compartirlo
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