----------------------------------------------------------------------------------------
No importa tu religión, ni tan siquiera si no te consideraras ligado a ninguna de ellas: el Nacimiento es un símbolo en sí mismo, de modo que, si estás comprometido con el dar a luz lo más genuino de tu identidad, estás trabajando para gestar tu propia Navidad interna, cuando sea que acontezca.
El Nacimiento Interno es algo para lo cual han pujado hombres y mujeres de todas las épocas.
Y uno se pare a sí mismo en condiciones precarias (así como Jesús nace en la pobreza de un pesebre, Zeus es dado a luz en una cueva...).
Ahora, hay algo bien cierto: internamente nadie nace por cesárea.
Podrán ayudarnos afectuosos parteros (amigos, familiares, terapeutas...), pero sólo si uno mismo se puja a sí mismo el niño de nuestra Esencia puede expresar su portentosa voz.
Y parirse duele... claro que sí!
Sin embargo, no hay mayor regocijo que ir viendo coronar al Niño de nuestro Ser, poco a poco, expresándose en cada acto: nuestro propio Alumbramiento.
Quizás algunos te digan que estás loco cuando hablas de estas cosas, y mucho más cuando te entregas a vivir desde ese Intento de autenticidad, de ser coherente con Valores, de bregar para dejar el mundo un poco mejor que como lo encontraste. Felicidades!
No eres el único. En este mismo instante hay miles, millones, embarcados en el mismo Intento (sean comprendidos por los demás o no).
Démonos a luz a nosotros mismos, y, si podemos, un poquito de luz al mundo y a quienes estén más tristes hoy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar, aparte de alimentar Luz del Alma nos ayuda a sequir creciendo.