La enfermedad es la denuncia que algo no está bien.
Si solo eliminamos la enfermedad, sin averiguar de qué se trata, lo mas probable es que la misma regrese, muchas veces doblando la apuesta, es decir, algo mas comprometido, para que la demanda sea escuchada...
El Dr. E. Bach, en la Introducción de "LOS DOCE CURADORES Y OTROS REMEDIOS" (1936), describe de una manera muy clara (a mi entender), el cómo
abordar la enfermedad desde el enfermo.
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Los Doce Curadores y Otros Remedios (1936), Dr. Edward Bach
Titulo original “The Twelves Healers and Other Remedies”
"Introducción
Este sistema de tratamiento es el más perfecto que se le ha ofrecido a la humanidad desde tiempos inmemoriales. Tiene el poder de curar las enfermedades; y por ser sencillo, puede utilizarse en casa.
Su sencillez precisamente, unida a sus efectos de curación de todo, hacen que sea maravilloso.
No se requiere ciencia alguna, ni conocimiento previos, aparte de los sencillos métodos que aquí se describen; y los que más beneficios conseguirán de este regalo enviado por Dios serán aquellos que lo conserven tan puro como es: sin ciencia, sin teorías pues todo en la naturaleza es muy simple.
Este sistema de curación, que se nos ha revelado divinamente, demuestra que nuestros temores, nuestras preocupaciones, nuestras ansiedades y demás son los que abren la puerta a la invasión de la enfermedad. De este modo, tratando nuestros temores, preocupaciones, inquietudes y demás, no sólo nos veremos libres de la enfermedad, sino que, además, las hierbas que se nos han dado por Obra y Gracia del Creador de todas las cosas, aparte de eso eliminarán nuestros temores e inquietudes, y nos dejarán más felices y satisfechos.
Como las hierbas curan nuestros temores, nuestras ansiedades, nuestras preocupaciones, nuestros defectos y nuestros fallos, ellas son las que debemos procurarnos, y entonces la enfermedad, sea la que sea, desaparecerá de nuestro cuerpo.
Poco más hay que añadir, pues la mente abierta a la comprensión ya sabe todo esto, y con esto basta para los que tienen las mentes despiertas, no confundidas por las tendencias de la ciencia, para que utilicen estos dones de Dios para alivio y beneficio de quienes les rodean.
Así pues, debajo de las enfermedades subyacen nuestros temores, nuestras ansiedades, nuestra concupiscencia, nuestros gustos y fobias. Descubramos cuáles son y curémoslos, y al curarlos desaparecerá la enfermedad que sufrimos.
Desde tiempos inmemoriales se sabe que se han puesto en la naturaleza medios providenciales de prevención y curación de las enfermedades, con hierbas, plantas y árboles divinamente enriquecidos. Los remedios de la naturaleza que se dan en este libro han demostrado contar con una bendición que los sitúa por encima de los demás en su labor de merced; y han demostrado tener poder para curar todo tipo de enfermedades y padecimientos.
Al tratar los casos con estos remedios, no se tiene en cuenta la naturaleza de la enfermedad; se trata al individuo, y al mejorar éste se va su enfermedad, expulsada al mejorar la salud.
Todos sabemos que las mismas enfermedades pueden tener diferentes efectos sobre diferentes personas; son los efectos los que hay que tratar, porque ellos nos guían hacia la verdadera causa. Al ser la mente la parte más delicada y sensible del cuerpo, en ella aparecen la génesis y el curso de la enfermedad más claramente que en el resto del cuerpo, por lo que se utiliza la observación de la mente como guía para conocer qué remedio o remedios se requieren.
En la enfermedad se da un cambio de humor respecto a la vida diaria, y las personas observadoras pueden notar ese cambio incluso antes, y a veces mucho antes de que aparezca la enfermedad, y con un tratamiento se puede lograr prevenir la enfermedad. Cuando ésta lleva manifestándose cierto tiempo, también el humor del paciente nos indicará cuál es el remedio correcto.
No nos fijemos en la enfermedad, pensemos sólo en cómo ve la vida el enfermo.
Se describen sencillamente treinta y ocho estados diferentes: no debe resultar difícil, para uno mismo o para otro, hallar aquel estado o aquellos estados que se dan en una persona, y de ese modo aplicar los necesarios remedios para que se efectúe la curación.
El alivio de los sufrimientos era tan cierto y tan benéfico, incluso cuando sólo había doce remedios, que se ha creído necesario ofrecer estos conocimientos al público, sin esperar al descubrimiento de los otros veintiséis que completan la serie." ...
Se que es así por experiencia, es un aviso de que algo no funciona, un mensaje del alma, el tratamiento depende de cada uno, a mi me llegó de manos de un sacerdote, hay que busear en el interior.
ResponderBorrarBesos:)
Gracias Angeles por compartir tu experiencia. Estoy convencida que es así. Que bueno que encontraste tu camino hacia la sanación. Estamos todos en esa búsqueda, lo maravilloso es que tenemos herramientas, sólo tenemos que usarlas!
ResponderBorrarUn fuerte abrazo de luz, Mirta
Así es. La enfermedad avisa que nuestra alma, y tal vez también,la del grupo de amor más cercano, está en desarmonía. Me pregunto en este momento, si enfermamos"solos". No dudo de que soy responsable de lo que me pasa.Mucho tiempo estuve enferma "sin ver las herramientas" disponibles. En un momento una amiga me ayudó a ver. Empecé haciendo terapia individual y en grupo. Durante tres años me fue mal con la medicina oficial.Al tiempo fui en busca de las FLORES.Su posibilidad de AYUDAR a SANAR es total. Luz del Alma me invitó a recibir Reiki.Pude incluir el trabajo corporal.Todo lleva a un camino profundo, apasionado, lleno de Amor. Estoy muy bien.Quiero decir GRACLAS de la manera más grande que exista.Mi,!!!un abrazo gigante. Buena semana para todos, Susana
ResponderBorrarGracias Su por el comentario. Que maravilla cuando uno descubre que tiene con qué seguir adelante, cuando empieza a sanar...
ResponderBorrarUn abrazote de luz muy fuerte, Mirta
siempre la enfermedad aparece para mostrarnos algo más profundo..
ResponderBorrarprimero se han enfermedado otros campos,sólo que hay que trabajar mucho para conocerlos..
gracias por esta entrada,super interesante.
besoss
Gracias a vos Adrisol. Es verdad, hay que trabajar mucho para conocerlos..., pero no podemos discutir que es un trabajo muy gratificante.
ResponderBorrarAbrazo de luz, Mirta