LO MEJOR!!!
Nada sucede "porque sí", ni por casualidad.
Ni lo mas obvio, ni lo mas absurdo.
Estar "Presente" para "ver".
Somos Uno
Hace casi tres años guardé éste texto en mis archivos, hoy saltó a Luz del Alma y lo comparto.
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Con cada persona que forma parte de nuestra
vida establecemos un acuerdo de almas.
Esto significa que mucho tiempo atrás, en el reino de las almas, prometimos tener un encuentro especial,
compartir la vida, modelar la experiencia, completar otra alma, al unirnos con ella en esta vida terrenal.
Los acuerdos entre las almas, son compromisos para el crecimiento en conjunción con otra.
De esta manera, emprendemos el viaje hacia un estado de conciencia y apertura total que los místicos denominan "iluminación".
Estos compromisos son el motivo por el cual, en ocasiones, sentimos una extraña conexión con otra persona; otras veces no entendemos que alguien con carácter difícil forme parte de nuestra vida, o nos preguntamos simplemente por qué recorremos la vida junto a alguien, como si existiera un acuerdo tácito que a su vez puede terminarse abruptamente.
Como miembros de esta comunidad de almas reunidas en la vida sobre la Tierra, hemos acordado no sólo recordar a los demás sobre el estado puro original, sino también realizar todo lo posible dentro de la existencia humana, infinitamente cambiante, con el fin de asegurar el crecimiento de nuestra propia alma y las de los demás.
Algunas personas vienen al mundo para ser bellas y fuertes.
Otras para ser complicadas o raras; algunas para morir jóvenes y enseñarnos a través de la desolación de tan terrible pérdida.
Otras, para vivir muchos años e instruirnos mediante su sabiduría.
Sin embargo, no importa cuál sea nuestro rol: todos formamos parte de este gran destino espiritual
que principalmente consiste en recordar nuestra esencia eterna y dirigir nuestros actos hacia la unión final.
Es así que, a cada persona que conocemos, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas
y cada relación de la que formamos parte, representan una pequeña escena en el eterno conjunto humano, cuyo fin es el desarrollo del alma.
Al advertir esto, uno podrá asombrarse y comprender que cada persona presente en nuestra vida tiene un importante propósito: el de entrar en contacto con nuestra alma y hacerla crecer;
que cada relación existe para agudizar la conciencia de nuestra alma.
Así, ya nadie nos resulta extraño, ninguna relación puede verse como un error o un fracaso.
A la luz del espíritu, comprendemos que estamos cumpliendo nuestro rol, en miras a la realización de un plan perfecto y eterno.
De corazón a corazón
Esto significa que mucho tiempo atrás, en el reino de las almas, prometimos tener un encuentro especial,
compartir la vida, modelar la experiencia, completar otra alma, al unirnos con ella en esta vida terrenal.
Los acuerdos entre las almas, son compromisos para el crecimiento en conjunción con otra.
De esta manera, emprendemos el viaje hacia un estado de conciencia y apertura total que los místicos denominan "iluminación".
Estos compromisos son el motivo por el cual, en ocasiones, sentimos una extraña conexión con otra persona; otras veces no entendemos que alguien con carácter difícil forme parte de nuestra vida, o nos preguntamos simplemente por qué recorremos la vida junto a alguien, como si existiera un acuerdo tácito que a su vez puede terminarse abruptamente.
Como miembros de esta comunidad de almas reunidas en la vida sobre la Tierra, hemos acordado no sólo recordar a los demás sobre el estado puro original, sino también realizar todo lo posible dentro de la existencia humana, infinitamente cambiante, con el fin de asegurar el crecimiento de nuestra propia alma y las de los demás.
Algunas personas vienen al mundo para ser bellas y fuertes.
Otras para ser complicadas o raras; algunas para morir jóvenes y enseñarnos a través de la desolación de tan terrible pérdida.
Otras, para vivir muchos años e instruirnos mediante su sabiduría.
Sin embargo, no importa cuál sea nuestro rol: todos formamos parte de este gran destino espiritual
que principalmente consiste en recordar nuestra esencia eterna y dirigir nuestros actos hacia la unión final.
Es así que, a cada persona que conocemos, en situaciones buenas o terribles, breves o duraderas
y cada relación de la que formamos parte, representan una pequeña escena en el eterno conjunto humano, cuyo fin es el desarrollo del alma.
Al advertir esto, uno podrá asombrarse y comprender que cada persona presente en nuestra vida tiene un importante propósito: el de entrar en contacto con nuestra alma y hacerla crecer;
que cada relación existe para agudizar la conciencia de nuestra alma.
Así, ya nadie nos resulta extraño, ninguna relación puede verse como un error o un fracaso.
A la luz del espíritu, comprendemos que estamos cumpliendo nuestro rol, en miras a la realización de un plan perfecto y eterno.
De corazón a corazón
Mirta,espero que estés bien,amiga.
ResponderBorrarHoy paso a leerte y a agradecerte tus excelentes posts,que nos dán luz y ánimo en el camino de la vida...Intuyo que ese "acuerdo de almas"daría luz a tantas circunstancias y experiencias que vivimos con los demás y que a veces no entendemos...El espíritu en su inmensidad y su misterio tiene una lógica interna,que nuestra mente humana no ve...Lo cierto es que debemos superarnos aprendiendo cada día con los que tenemos cerca.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso por tu constancia y buen hacer,compañera de letras.
Feliz domingo,Mirta.
M.Jesús
Hola Mi!, estoy convencida que tengo derecho, y a nadie daño, al dejar un comentario. Me gustaría comprender cuál razón, qué desacuerdo, o que hay en mi ser, que causa que escriba y de golpe desaparezca lo comentado muchas veces. Sigo intentando. Es muy bueno saber, tener consciente, presente, que hay un acuerdo de almas. Es una rica manera de ayudarnos a crecer y saber que todo encuentro es válido. Este acuerdo -creo- que no es sinónimo de compartir, pero si, que todo es para bien. "Yo transmuto esta energía en luz, en paz y compasión para todos los que están cerca de mi". "Me apruebo a mi misma, me amo" Gracias Dulcita.Un abrazo muy fuerte, Susana
BorrarGracias M.Jesús, siempre es un placer recibirte.
BorrarEs verdad, muchas veces nuestra mente "no ve", creo que está en relación con las veces que estamos "ausentes", casi sin darnos cuenta.
Feliz domingo y Vida amiga.
Abrazo de luz muy fuerte.
Su, sin dudas tenes derecho! Insisto, nada es casual..., fijate que tu comentario salió como respuesta al comentario de M.Jesús.
ResponderBorrarQuizás el tema de "compartir" o nó un acuerdo sea para seguir hablándolo. En éste caso no se trata de aceptar o compartir algo, sino de un "acuerdo" que han hecho las almas antes de encarnar. Cada uno cumple su "papel/rol" de acuerdo a lo pactado para el crecimiento del Ser.
Abrazote de luz.
xxxooo
No se, en mi caso, cual será el acuerdo pero sí se que te estoy profundamente agradecida. Un abrazo. olga
ResponderBorrarTe.agradezco a vos Olga formes parte del camino.
BorrarAbrazo muy fuerte de luz.
Te amo. Gracias.
Mirta!!, gracias por esta respuesta. Seguro que tengo mucho de este y más temas, para seguir hablando. Cuando nos veamos, lo hacemos.
ResponderBorrarAdemás de esta respuesta, qué "REGALO" bellísimo! nos ha hecho Luz del Alma, como siempre es puro amor, paz, alegría....Se ha mudado, ha construido, una casa calma, luminosa, amplia, muy hermosa y rica. Cuánto contiene, cuanto comparte!. Mi, pude llegar hasta el final del blog, entrar, salir, disfrutar.
Gracias, gracias, gracias.
Te mando un abrazote gigante, Susana
bellísimo texto que encierra una gran verdad y sí, nada ocurre por casualidad
ResponderBorrarAsí Es Mº Jesús.
BorrarComo siempre, gracias por la visita y comentario.
Abrazo de luz amiga.
xxxooo